Seguidores

martes, 10 de febrero de 2015

-

En una mañana gris, mis tormentas decidieron darme una visita.
Me levanté triste, confundida. Quería que se alejaran. Tape mi rostro con las sábanas. No quería imaginarte más. No quería pensar. Agarré mi libreta, decidí escribirte como de costumbre. Sé que algún día querrás volver a recordarme, recordarnos, y en cada uno de mis textos estaremos plasmados.
Da igual, a diario vuelven. Ya es una costumbre monótona y agotadora el recordarte. Siempre quise tener voluntad propia de sacarte de ahí, alejarte. Pero siempre me aferraba a los objetos que me contenían. Trataba, pero es imposible. Fui una ilusa al pensar que podrías marcharte así, sin más. Aunque es lo que más deseo. Es algo contradictorio el querer expulsarte sabiendo que te quiero conmigo, lo sé. Pero me reconforta saber que tienen algo en común, una persona que lo provoca. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario